Las mejores estrategias para calmar el autismo en niños

Autor: Dra. Lucy Russell, Psicóloga Clínica

Soy psicóloga infantil especializada en autismo, y esto también viene de familia.

Entiendo que criar a un niño autista puede ser un desafío, especialmente cuando se trata de ayudarlo a manejar sus emociones y experiencias sensoriales.

Las crisis y los arrebatos de autismo pueden ser abrumadores para los padres y familiares, pero existen muchas estrategias calmantes que pueden ayudar.

En mi experiencia clínica, las estrategias para calmar el autismo que describo en este artículo son las más importantes y exitosas que los padres de niños autistas deben perfeccionar.

Primero, comprendamos las posibles causas de las emociones intensas en su hijo autista.

Sobrecarga sensorial y autismo

La sobrecarga sensorial puede ser un desencadenante importante de una crisis autista. La sobrecarga sensorial ocurre cuando los sentidos de una persona se ven abrumados por demasiada estimulación.

Puede ser causada por ruidos fuertes, luces brillantes u olores fuertes.

Puede provocar ansiedad, malestar o incluso dolor físico.

Los juguetes sensoriales pueden ser útiles para controlar las crisis sensoriales, tanto para prevenir como para calmar. Los juguetes inquietos, una pelota para apretar o una pelota antiestrés y contenedores sensoriales pueden proporcionar contacto físico y estimulación sensorial que puede ayudar a regular el sistema sensorial propioceptivo.

Proporcionar un espacio seguro, como un rincón tranquilo con una manta suave o una manta con peso, también puede ayudar a que su hijo se sienta seguro y apoyado durante los momentos de angustia.

Sobrecarga sensorial versus trastorno del procesamiento sensorial en el autismo

La sobrecarga sensorial y el trastorno del procesamiento sensorial (SPD) se relacionan con la forma en que los niños perciben y manejan la información sensorial, pero no son lo mismo.

La sobrecarga sensorial ocurre cuando un niño (o incluso un adulto) se siente abrumado temporalmente por una entrada sensorial excesiva, como un ambiente ruidoso o luces brillantes.

Por otro lado, el SPD es un trastorno neurológico en el que el cerebro tiene dificultades para procesar las señales sensoriales y se siente abrumado con regularidad. Los niños con SPD pueden constantemente responder excesivamente a ciertos estímulos, como encontrar insoportables las texturas de la ropa. También es posible que no respondan lo suficiente, como no notar las temperaturas extremas.

Si bien la sobrecarga sensorial es una experiencia situacional que cualquiera puede enfrentar, el SPD es una afección crónica que a menudo se beneficia de intervenciones como la terapia ocupacional.

Rigidez cognitiva en el autismo: ¿qué es y por qué ayudan las estrategias calmantes?

La rigidez cognitiva en el autismo significa la dificultad del cerebro para desviar la atención, adaptarse a los cambios y ser flexible.

La regulación emocional requiere flexibilidad cognitiva, como reconocer y adaptarse a las señales sociales.

El pensamiento rígido puede provocar una desregulación emocional, que incluye ansiedad, ira y frustración. El sistema nervioso requiere calmarse y ahí es donde entran en juego las estrategias calmantes para el autismo.

Si eres padre de un niño autista, probablemente reconozcas este patrón.

Sólo una pequeña nota al margen: recuerde que todas las características del autismo tienen aspectos positivos y negativos. La rigidez cognitiva puede ser una ventaja en algunas situaciones. Lea todo al respecto en mi artículo sobre cómo celebrar las fortalezas del autismo.

Cambios en la rutina y estrategias calmantes para el autismo

Los cambios de rutina pueden resultar particularmente desafiantes para los niños autistas. A menudo prosperan gracias a la previsibilidad, la coherencia y la estructura, e incluso una pequeña alteración en las actividades diarias puede resultar perturbadora y causar angustia.

Por ejemplo, una visita sorpresa a la tienda o una ausencia inesperada del personal de la escuela pueden causar confusión, ansiedad y abrumador.

Es importante que comprendamos el importante papel que desempeña la rutina a la hora de proporcionar una sensación de seguridad a nuestros hijos.

Las rutinas pueden ayudar a los niños autistas a darle sentido al mundo. Es posible que les cueste adaptarse a cambios inesperados porque les resulta difícil anticipar y comprender lo que vendrá después.

Desafíos sociales y estrategias para calmar el autismo

Los niños autistas tienden a experimentar desafíos sociales únicos en comparación con los niños neurotípicos.

Las interacciones grupales pueden ser más desafiantes que las conversaciones individuales. La dinámica de múltiples participantes puede ser abrumadora. El agobio sensorial suele acompañar a estos entornos sociales. Esto puede hacer que las situaciones sociales sean agotadoras para los niños autistas.

Los malentendidos también pueden surgir cuando los niños autistas interpretan mal las señales sociales. Estas malas interpretaciones pueden provocar malentendidos y, en ocasiones, conflictos, lo que puede contribuir a la frustración. Junto con la dificultad para expresar emociones, la regulación emocional en estas situaciones puede resultar realmente difícil.

Esto pone de relieve cuán entrelazadas están las dificultades sociales y los desafíos de regulación emocional para los niños autistas.

Dificultad para expresar emociones o comunicar necesidades

Los niños autistas suelen procesar la información y las emociones de forma diferente a sus compañeros neurotípicos. Las diferencias neurológicas pueden hacer que identificar y articular emociones sea un desafío para ellos.

Incluso si su hijo tiene un gran vocabulario y, en general, puede comunicar lo que necesita, es posible que tenga dificultades con conceptos emocionales abstractos, lo que dificulta la expresión emocional.

Incluso si reconocen una emoción o necesidad, traducir esa experiencia interna en palabras o acciones puede resultar abrumador.

Además, algunos niños pueden utilizar comportamientos o guiones repetitivos, que pueden ser mal interpretados por personas que no están familiarizadas con su estilo de comunicación único.

Es comprensible que gestionar toda esta complejidad pueda provocar fuertes emociones en su hijo. Otra razón más por la que necesitan una variedad de estrategias calmantes para el autismo en su repertorio a las que puedan recurrir cuando sea necesario.

Estrategias esenciales para calmar el autismo

1. Contenga (coregula) las emociones de su hijo

Cuando un niño se encuentra en un estado emocional elevado, es necesario actuar como un «contenedor» de sus emociones.

No tiene sentido decirle a un niño que se calme porque no puede.

Su desarrollo cerebral aún no ha alcanzado una etapa en la que puedan inhibir las emociones fuertes.

Por esa razón, cuando su hijo está en medio de una crisis o un arrebato emocional, es importante mantener la calma.

Esta es la estrategia más importante de todas.

También puede ser lo más difícil, especialmente si su hijo “le está presionando” o cuando ocurren arrebatos en lugares públicos.

Cuando esté tranquilo podrá dejar de lado sus propias necesidades y centrarse en las necesidades inmediatas de su hijo en la situación actual.

Tendrán dificultades para expresar sus necesidades una vez que se encuentren en un estado de emoción elevado, por lo que es necesario tener un plan por adelantado que tenga en cuenta lo que sienten que les ayuda a obtener el resultado deseado (un niño tranquilo que se las arregla bien). .

Considere equipos que podrían ayudar, como juguetes de violín, también conocidos como juguetes estimulantes, que pueden tener un efecto calmante y regulador. Son una herramienta fantástica porque generalmente se pueden utilizar en casi cualquier lugar.

2. Estrategias para calmar el autismo: prevención

Lo sé, la prevención no es exactamente una estrategia calmante en sí misma, pero es vital.

Si puedes prevenir el 50% de los arrebatos y crisis emocionales evitando los posibles desencadenantes, estarás en una posición mucho mejor para gestionar con éxito las emociones y comportamientos restantes.

Tendrás más control.

¿Cuáles son los primeros signos de angustia de su hijo?

¿Quizás se taparon los oídos con las manos? ¿Quizás empiecen a balancearse?

Veamos un ejemplo.

Imagine que a su hijo ir de compras le resulta estresante y tiende a tener una respuesta intensa. El ambiente ajetreado y las luces brillantes abruman su sistema sensorial.

En este caso, la prevención pasa por planificar la salida de compras de forma sensorialmente amigable, tanto como sea posible. Por ejemplo, ¿puedes ir de compras en un momento tranquilo? ¿Puedes tomarte un descanso a mitad de camino para tomar una copa en un café tranquilo? Esta es una buena manera para que los niños se descompriman de experiencias abrumadoras.

3. Estrategias para calmar la previsibilidad y el autismo

Haga de la previsibilidad una parte de su vida diaria en la medida de lo posible, para que el cerebro de su hijo no tenga que afrontar más cambios de los que puede gestionar.

Intente realizar sus tareas estándar, como la tarea, en momentos determinados del día, y utilice indicaciones visuales o tarjetas visuales para consolidar estas rutinas, si es posible.

La previsibilidad puede ser increíblemente reconfortante y calmante. El cerebro de su hijo espera una actividad particular en un momento determinado. Cuando sucede en el momento adecuado, sienten que todo está bien en el mundo.

La previsibilidad puede aprovecharse como una de las fortalezas de su hijo.

La previsibilidad también es importante en momentos en los que es necesario implementar estrategias calmantes. Sus estrategias para calmar el autismo deben ser predecibles.

Por ejemplo, cuando su hijo llega a casa de la escuela y se siente abrumado y emocionado, tal vez un masaje calmante en la espalda con presión profunda durante cinco minutos cada día pueda convertirse en un hábito útil.

4. Rutinas calmantes en el autismo

Las rutinas calmantes implican actividades sensoriales probadas y planificadas previamente que usted sabe que calmarán exitosamente a su hijo.

En situaciones estresantes, los jóvenes necesitan técnicas de calma fiables y probadas que reduzcan su ritmo cardíaco y les ayuden a recuperarse. A menudo se trata de una serie de estrategias realizadas en un orden particular, que inducen gradualmente a la calma.

Por ejemplo:

  1. Vete a un lugar tranquilo.
  2. Aplique una presión profunda a mis manos.
  3. Usa círculos para masajear mis sienes y luego el resto de mi cara.
  4. Haz 5 respiraciones lentas y profundas.
  5. Haga rodar mi masilla terapéutica en mis manos hasta que me sienta bien nuevamente.

La rutina para calmarse será diferente para cada niño y requerirá algo de prueba y error. Puede necesitar adaptaciones dependiendo de dónde se encuentren, por ejemplo, en casa, en la escuela o fuera de casa.

Para los niños más pequeños y algunos adolescentes, deberá brindarles muchos comentarios para empezar.

Por ejemplo, recordarle a su hijo que dé cada paso, tal vez seguir los pasos con él y comunicarse con la escuela sobre cómo puede facilitar la rutina calmante cuando sea necesario.

A medida que las técnicas de calma de su hijo se arraiguen cada vez más con la repetición, se convertirán en un hábito y usted podrá dar un paso atrás.

5. Estrategias para calmar el autismo: la importancia de un lugar seguro (hogar y escuela)

Cuando estás pasando por un momento difícil, ¿alguna vez buscas un lugar tranquilo y seguro para acurrucarte y recuperarte?

Con el tiempo, su sistema sensorial recupera el equilibrio y se siente usted mismo nuevamente.

Para su hijo, su lugar tranquilo podría ser un rincón de calma en casa o quizás una sala sensorial en la escuela. El área segura de la escuela debe contener recursos para que los niños autistas los utilicen libremente.

Por ejemplo, el lugar relajante puede ser un contenedor sensorial equipado con diferentes cosas para elegir que coincidan con las preferencias sensoriales de su hijo.

También puede haber equipos relajantes para usar, como una mecedora, una hamaca o un columpio. Las actividades laborales pesadas pueden resultar muy relajantes.

El área de calma debe ser un lugar donde el comportamiento de su hijo pueda ser libre e ininterrumpido, haciendo lo que sea necesario para calmarse.

6. Actividad física como parte de su estrategia para calmar el autismo

La actividad física diaria, como mecerse en una silla o realizar movimientos repetitivos, puede ayudar a liberar la tensión y brindar una sensación de comodidad.

La práctica de mindfulness y ejercicios de relajación muscular progresiva también pueden ser…