7 estrategias básicas para ayudar a su hijo con dificultades de atención

 Cuando los niños en edad escolar tienen dificultades de atención, la intervención temprana es clave.

Sin apoyo oportuno, pueden tener dificultades para alcanzar su potencial académico e incluso pueden comenzar a ser etiquetados como “traviesos” o desafiantes.

Como psicóloga clínica especializada en salud mental de niños y adolescentes, entiendo estos desafíos íntimamente y trabajo con familias que los experimentan todos los días.

En este artículo, mi objetivo es brindarle siete estrategias efectivas para manejar las dificultades de atención de su hijo. Ayude a su hijo a aprovechar sus habilidades únicas creando un entorno en el que pueda prosperar académica y personalmente.

Perspectivas del psicólogo infantil sobre las dificultades de atención en los niños

Comprender las posibles causas de los problemas de atención de su hijo es el primer paso para encontrar una solución. He trabajado con niños con dificultades de atención y concentración durante más de 20 años como psicóloga clínica. Con demasiada frecuencia encuentro que los adultos que rodean al niño se olvidan de buscar las posibles causas fundamentales. Comprender estos factores de riesgo es crucial para encontrar las estrategias más efectivas.

Aquí hay diez posibles razones por las que su hijo podría tener dificultades para concentrarse y concentrarse:

  1. Problemas sensoriales: La sobreestimulación puede abrumar a un niño y dificultar su capacidad de concentración. Los niños con un diagnóstico de autismo (trastorno del espectro autista) a menudo experimentan déficits de atención causados ​​por su sistema sensorial abrumado.
  2. Aburrimiento: La falta de desafío o compromiso puede generar distracción y falta de atención.
  3. La falta de sueño: El descanso insuficiente puede afectar significativamente la concentración y la función cognitiva de un niño.
  4. Ansiedad: Las preocupaciones o el estrés pueden preocupar la mente de un niño y afectar su capacidad de concentración. Es probable que los niños que sufren un trastorno de ansiedad pasen períodos de tiempo significativos en “lucha o huida”, lo que significa que su cuerpo sólo puede centrarse en la supervivencia y se impide cualquier aprendizaje académico.
  5. TDAH: El trastorno por déficit de atención e hiperactividad es una causa común de dificultades de concentración. Los problemas de atención son síntomas centrales/centrales del TDAH.
  6. Dificultades de aprendizaje: Los niños con dificultades de aprendizaje, como la dislexia, suelen procesar la información de forma diferente. Es posible que los métodos de aprendizaje tradicionales no se alineen con sus estilos de aprendizaje únicos, lo que hace que la comprensión y la concentración sean más desafiantes.
  7. Hambre: La mala nutrición o saltarse comidas pueden provocar una disminución de la concentración y la energía. El cerebro de un niño requiere un suministro constante de nutrientes para funcionar correctamente. Nutrientes como la glucosa, los ácidos grasos y diversas vitaminas y minerales son esenciales para diversas funciones cerebrales, incluidas la concentración, la memoria y la toma de decisiones. La glucosa, en particular, es la principal fuente de energía del cerebro. Es como el combustible que mantiene un coche en marcha. Cuando un niño se salta comidas o come mal, sus niveles de azúcar en sangre pueden bajar. Esto priva al cerebro de la energía que necesita para funcionar eficazmente, lo que resulta en una disminución del rendimiento cognitivo, como falta de concentración, dificultad para tomar decisiones e incluso cambios de humor.
  8. Demasiado tiempo frente a la pantalla: La exposición digital excesiva puede reducir la capacidad de atención de un niño. El tiempo excesivo frente a una pantalla, ya sea en televisores, computadoras o dispositivos móviles, puede bombardear a un niño con estímulos rápidos y de alta intensidad. Con el tiempo, esto condiciona sus cerebros para que requieran estimulación constante y les dificulta concentrarse y participar en actividades del mundo real de ritmo más lento.
  9. Factores ambientales: Los entornos ruidosos o caóticos pueden alterar la capacidad de concentración de un niño.
  10. Problemas emocionales: Los sentimientos no resueltos o la angustia emocional pueden desviar la atención de un niño. Cuando un niño se enfrenta a emociones no resueltas o angustia emocional, su energía mental puede ser consumida por estos sentimientos, lo que le dificulta concentrarse en otras tareas o actividades, ya que su atención vuelve constantemente a su confusión interna.

Mis 7 estrategias principales

Las estrategias en las que elija centrarse más dependerán de las causas subyacentes que identifique. Por ejemplo, si las cuestiones sensoriales son un factor, entonces la estrategia 6 (adaptar el entorno) será la más importante, pero las estrategias 2, 3 y 4 también serán muy útiles.

Estrategia 1: Estructurar el entorno

La importancia de la estructura en la vida de un niño

La estructura es fundamental para los niños, especialmente aquellos que enfrentan dificultades de atención. Proporciona un patrón claro de actividades diarias, lo que reduce la imprevisibilidad que puede causar estrés y distracción. Los niños prosperan gracias a la previsibilidad; les gusta saber qué esperar a continuación.

Un entorno estructurado también minimiza las distracciones y ayuda a los niños a concentrarse. Al saber lo que le espera, un niño puede prepararse mentalmente, lo que le ayuda a concentrarse en la tarea que tiene entre manos. También puede hacer que se sientan más en control y menos abrumados, mejorando su concentración y desempeño.

Formas prácticas de incorporar la rutina (hogar y escuela)

Una rutina de sueño y alimentación es el primer paso en casa. Los horarios de sueño regulares garantizan que su hijo descanse bien y que los niños bien descansados ​​se concentren mejor. Los horarios de comida programados mantienen un nivel de energía constante, lo que ayuda a mantener la concentración durante todo el día.

A continuación, establezca distintos períodos de tiempo para la tarea y la relajación. La certeza de saber cuándo concentrarse en el trabajo y cuándo relajarse puede mejorar la capacidad de atención de un niño durante el tiempo de estudio. Me gusta usar una agenda codificada por colores para mostrar bloques de tiempo aproximados, en lugar de ser demasiado preciso. Por ejemplo, la hora después de la escuela estará codificada con color violeta y esto denota tiempo de descanso y relajación. Las horas entre las 6 y las 7 p.m. pueden ser de color naranja, lo que indica tiempo de estudio.

En la escuela, mantener una rutina constante que se alinee con la rutina del hogar puede ayudar con los problemas de atención. Si la jornada escolar tiene un ritmo predecible similar al de casa, se crea una familiaridad reconfortante y esto ayudará a la concentración de su hijo.

Estrategia 2: simplificar tareas

Lidiar con tareas complejas puede resultar desafiante para un niño con dificultades de atención. Sin embargo, al dividir estas tareas, podemos ayudarlos a sentirse más capaces y menos abrumados.

El concepto de «fragmentación» explicado

La “fragmentación” es una estrategia en la que dividimos una gran tarea en partes o ‘fragmentos’ más pequeños y manejables. Este enfoque es beneficioso porque disminuye la carga mental del niño.

En lugar de ver una tarea como una gran montaña que escalar, la ven como una serie de colinas más pequeñas, que son menos intimidantes.

Por ejemplo, el informe de un libro no es sólo una tarea. Implica leer el libro, tomar notas, crear un esquema, escribir el informe y corregirlo. Cada parte es una «parte» de la tarea general.

Ejemplos de segmentación de tareas para niños

Considere una sesión típica de tarea. En lugar de pedirle a su hijo que termine toda su tarea de una vez, divídala. Por ejemplo: haga que comiencen ayudándolos a resolver solo 10 problemas de matemáticas y luego tómese un breve descanso. A continuación, lea un capítulo del texto en inglés requerido y luego tómese otro descanso. Finalmente, escribirán el primer párrafo de su ensayo. De esta manera, abordan una «parte» del trabajo a la vez, haciendo que toda la tarea sea menos abrumadora.

O empezar a ordenar su habitación. En lugar de limpiarlo todo de una vez, se podría segmentar. Primero, podían recoger toda la ropa del suelo y guardarla en el cesto de la ropa sucia. Una vez hecho esto, pueden pasar a organizar los libros, y así sucesivamente. Incluso con los adolescentes mayores, deberá ayudarlos a dividir la tarea en segmentos y comenzar con las subtareas.

De esta manera, cada ‘trozo’ se convierte en una pequeña victoria, haciendo la tarea más manejable y menos desalentadora. Esto no sólo ayudará a su hijo a concentrarse mejor, sino que también aumentará su confianza y promoverá una sensación de logro.

Estrategia 3: utilice ayudas visuales y recordatorios

Las ayudas visuales son muy eficaces para los niños con dificultades de atención, ya que les proporcionan una referencia concreta para mantenerlos concentrados.

Mejorar el enfoque a través de la estimulación visual

Las ayudas visuales estimulan el cerebro de forma diferente a la información auditiva o basada en texto. Nuestro cerebro procesa la información visual más rápido y tiende a retenerla por más tiempo. Para los niños con dificultades de atención, las señales visuales pueden proporcionarles un recordatorio constante de las tareas, manteniendo así su concentración. Estas señales también activan su inteligencia visual-espacial, fomentando una experiencia de aprendizaje más holística y mejorando sus capacidades cognitivas.

Sugerencias de ayuda visual probadas y comprobadas

Los horarios visuales son una herramienta poderosa. Proporcionan un diseño claro de las tareas del día. Su hijo puede tachar las tareas completadas, dándole una sensación de logro y progreso claro.

La codificación por colores es otro método eficaz. Asigne diferentes colores para diferentes actividades. Por ejemplo, verde para la tarea, azul para la hora de jugar, rojo para la hora de comer. Esto hace que sea más fácil para su hijo identificar lo que sigue.

Los cronómetros visuales, como los relojes de arena o los temporizadores digitales de cuenta regresiva, brindan una representación clara del tiempo. Esto ayuda a los niños a comprender cuánto tiempo tienen para concentrarse en una tarea en particular y cuándo es el momento de pasar a la siguiente.

Por último, utilice símbolos o pictogramas para representar diversas tareas. Estos pueden resultar especialmente útiles para los niños más pequeños que quizás aún no sean buenos lectores. Un pequeño dibujo de un cepillo de dientes, por ejemplo, puede recordarles que deben cepillarse los dientes.

Estrategia 4: aumentar la actividad física

La actividad física es una herramienta vital para mejorar la capacidad de concentración de un niño. Por ejemplo, un estudio de 2020 encontró que tanto los niños con TDAH como los que no lo tenían obtuvieron mejores resultados en una tarea de comprensión lectora y matemáticas después de 20 minutos de actividad aeróbica moderada.

Ejercicio y atención: la conexión

El ejercicio físico estimula la liberación de sustancias químicas en el cerebro, como endorfinas, dopamina y serotonina. Las endorfinas mejoran el estado de ánimo y son analgésicos naturales. La dopamina y la serotonina son neurotransmisores relacionados con la concentración, la memoria y el estado de ánimo. El ejercicio ayuda a aumentar la producción de estas sustancias químicas, mejorando así el estado de ánimo y la función cognitiva. Esto es particularmente beneficioso para los niños que luchan con dificultades de atención, ya que ayuda a agudizar la concentración y la retención de la memoria.

En los últimos años, los científicos también han descubierto la importancia de una sustancia crucial llamada BDNF. BDNF, o factor neurotrófico derivado del cerebro, es una proteína producida dentro de las células nerviosas. Actúa como fertilizante para el cerebro, apoyando la supervivencia de las neuronas existentes y promoviendo el crecimiento y diferenciación de nuevas neuronas y sinapsis.

Cuando hacemos ejercicio, nuestros cuerpos producen más BDNF. Este aumento de producción conduce a una mejor salud cerebral, incluida una mayor memoria y función cognitiva. BDNF también mejora la función de los sistemas de atención del cerebro.

Actividades físicas para niños para mejorar la concentración

Es esencial hacer que la actividad física sea divertida y placentera para los niños. Aqui hay algunas sugerencias:

  1. Deportes organizados: Actividades como el fútbol, ​​el baloncesto o el hockey no sólo proporcionan un buen entrenamiento sino que también enseñan trabajo en equipo, disciplina y gestión del tiempo.
  2. Actividades de movimiento “complejas” como bailar o…