Manejo del comportamiento: estrategias muy claras para los padres

Autor: Dra. Lucy Russell

¿Ha descubierto que la ira y la frustración han aumentado en su hijo recientemente? En muchas etapas del desarrollo de un niño puede haber buenas razones para que esto suceda. Podría incluir lidiar con un evento o transición difícil en la vida, cambios físicos y hormonales en su cuerpo, problemas de amistad o presiones académicas.

También puede descubrir que con el tiempo las reglas y límites de su familia se han debilitado. Manejar un comportamiento difícil en casa no es fácil en el mejor de los casos, pero cuando los niños se sienten estresados ​​o preocupados es mucho más difícil mantener el control. Si esto suena como tu familia, ¡sigue leyendo!

Cómo reafirmar tus límites

Los límites son muy importantes. Ayudan a mantener a todos a salvo. Igual de importante es que nos ayudan a sentirnos seguros a un nivel más profundo, siempre y cuando se establezcan con justicia y amabilidad, porque sabemos qué hacer y qué esperar. Ahora podría ser el momento de actualizar las reglas familiares y reafirmar los límites. ¡Manejar el comportamiento difícil en casa es mucho más fácil cuando tienes un marco en el que trabajar!

Establezca algunas reglas familiares. Trate de incluir a todos los miembros de la familia para que todos comprendan las reglas. ¿Exactamente qué comportamientos son inaceptables? ¿Qué comportamientos vas a ignorar? Por ejemplo, podrías decidir que estás preparado para ignorar las malas palabras, incluso si no te gustan, pero no estás preparado para ignorar los insultos personales.

Conexión y respeto mutuo: bases para el manejo del comportamiento

Quizás el comportamiento de su hijo haya sido desafiante por un tiempo. Quizás tu familia haya pasado por un momento difícil. Es posible que se haya centrado en sobrevivir en lugar de prosperar. Eso es comprensible. Sin embargo, si desea que el comportamiento de su hijo vuelva a encarrilarse, debe trabajar en la conexión que tiene con su hijo. ¿Has oído el dicho “conexión antes de la corrección?“Los límites simplemente no funcionan sin conexión y respeto mutuo.

Es importante que sepas escuchar a tu hijo con empatía y comprensión, y que te respete lo suficiente como para escucharte. No te preocupes si la relación con tu hijo no es tan estrecha como podría ser. La buena noticia es que te sorprendería lo rápido que puedes cambiar eso. Recomiendo ampliamente el libro llamado Love Bombing: Reset Your Child’s Emotional Thermostat del psicólogo Oliver James. Es una lectura fácil y llena de estudios de casos útiles. En esencia, se trata del increíble poder del tiempo a solas con su hijo.

Tómese un tiempo para pensar en la relación con su hijo. ¿Qué pequeñas cosas podrías hacer para construir esa conexión? Piense en este proceso como la base esencial para establecer límites fuertes y un comportamiento positivo. Por ejemplo:

  • Muestre interés en alguien a quien admira (como un influencer o modelo a seguir) y haga algunas preguntas sobre él.
  • Realice una pequeña tarea o proyecto junto con su hijo, por ejemplo, ordenar juntos su escritorio, plantar algunas flores, preparar una comida en equipo.
  • Hagale a su hijo un cumplido sincero.

Gestión de estrategias de comportamiento para padres: la técnica del semáforo

Los semáforos son un marco para el manejo del comportamiento que he utilizado durante veinte años como psicólogo y padre. Esta técnica es una excelente manera de establecer límites claros de una manera simple y visual que todos puedan seguir. Es una manera fácil de moldear suavemente los comportamientos de sus hijos.

De hecho, el sistema de semáforos abarca las técnicas de manejo del comportamiento más efectivas bajo un mismo paraguas.

Los sistemas de gestión del comportamiento, como la estrategia del semáforo, ayudan enormemente a la hora de gestionar comportamientos difíciles, porque no es necesario pensar con rapidez.

Comportamientos rojos

Los comportamientos rojos son aquellos en los que alguien resulta herido o algo se rompe. Estas son cosas que no puedes ignorar. Cada semáforo no debe tener más de 3 cosas al lado. Debes decidir una consecuencia si alguien hace una de las cosas que corresponden al semáforo en rojo. La consecuencia no se da durante el “incidente” sino más tarde, cuando todos estén tranquilos.

Comportamientos ámbar

Los comportamientos ámbar son aquellos que deseas desalentar pero que no son tan serios como los rojos. Piense en los “ámbares” como un comportamiento indeseable que puede resultar molesto o frustrante pero no perjudicial. Vas a “elegir tus batallas” e ignorar los comportamientos ámbar. Créame, le ayudará a usted y a su hijo a tener mucho más claro los comportamientos rojos, que son los realmente importantes que hay que abordar.

Comportamientos ecológicos

Los comportamientos ecológicos son aquellos que desea fomentar, como cooperar con un hermano o preparar una taza de té para sus padres. Cuando ocurra este comportamiento positivo, utilice muchos elogios, calidez o abrazos, o una pequeña recompensa si así lo desea. Si su hijo tiene problemas de conducta, es posible que no le resulte natural buscar oportunidades para elogiarlo. Pero a la larga es vital para su autoestima y salud mental que también tenga momentos positivos contigo donde se le reconozca por su actitud positiva o por demostrar que se está esforzando.

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Consecuencias como estrategia de gestión del comportamiento

Es importante señalar que los psicólogos no alientan a avergonzar ni castigar a los niños por su comportamiento. Preferimos centrarnos en utilizar refuerzo positivo para fomentar el buen comportamiento y ofrecer apoyo y orientación para ayudar a los niños a aprender de sus errores.

Sin embargo, hay ocasiones en las que pueden ser necesarias consecuencias para abordar eficazmente una conducta particularmente desafiante. En estos casos, siempre debes utilizar las consecuencias como una oportunidad de aprendizaje y no como una forma de castigo.

Consecuencias naturales del manejo del comportamiento

Las consecuencias naturales son el resultado natural o el resultado del comportamiento de un niño sin ninguna intervención de los padres. Permitir consecuencias naturales puede ser útil para enseñarle a su hijo sobre causa y efecto, responsabilidad y rendición de cuentas.

Por ejemplo, si un niño se niega a usar un abrigo en un día frío, puede sentir frío e incomodidad. Este malestar es una consecuencia natural de su comportamiento.

De manera similar, si un niño se niega a hacer su tarea, puede recibir una mala calificación o tener dificultades en clase, lo cual es una consecuencia natural de no completar su tarea.

Al permitir que ocurran consecuencias naturales, su hijo aprenderá rápidamente de sus errores. Pero las consecuencias naturales deben ser apropiadas y no dañinas ni peligrosas para el niño. Siempre debes priorizar la seguridad y el bienestar de tu hijo.

Consecuencias lógicas para controlar el comportamiento

Las consecuencias lógicas son una estrategia eficaz para gestionar conductas desafiantes en los niños. A diferencia de las consecuencias naturales, que son un resultado directo del comportamiento de un niño, las consecuencias lógicas son impuestas por los padres (o maestros).

Las consecuencias deben estar relacionadas lógicamente con el comportamiento de su hijo y ser razonables y proporcionadas a la situación. El castigo físico es nunca aceptable.

El objetivo de las consecuencias lógicas es ayudar a su hijo a aprender de sus acciones, asumir la responsabilidad de su comportamiento y tomar mejores decisiones en el futuro.

Aquí hay algunos ejemplos de consecuencias lógicas que los padres podrían usar en respuesta a un comportamiento desafiante:

  1. Si un niño se niega a limpiar su habitación, la consecuencia lógica puede ser que no pueda salir a jugar hasta que haya completado la tarea.
  2. Si un niño se niega a apagar la televisión y acostarse a la hora de dormir, la consecuencia lógica puede ser que pierda el privilegio de ver la televisión la noche siguiente.
  3. Si un niño golpea a su hermano, la consecuencia lógica puede ser que tenga que disculparse y enmendarse haciendo algo bueno por su hermano.

Las consecuencias lógicas pueden hacer que todos los miembros de la familia se sientan seguros y contenidos, incluido un hermano que pueda haber resultado herido. Además de ayudar a aprender al niño que cometió el comportamiento difícil, la consecuencia debe garantizar que cualquier “víctima” del comportamiento sienta que se ha hecho algo para garantizar que no vuelva a suceder.

En todos estos ejemplos, la consecuencia está relacionada con el comportamiento del niño y le ayuda a comprender el impacto de sus elecciones. Las consecuencias deben ser claras y coherentes, y los padres deben tomarse el tiempo para explicarle al niño por qué se imponen las consecuencias. Recuerde que el objetivo de las consecuencias lógicas no es castigar al niño, sino enseñarle responsabilidad, rendición de cuentas y comportamiento positivo.

En tu cartel de semáforos, las consecuencias para cada miembro de la familia pueden ser diferentes. Trabaje con su hijo para acordar de antemano cuáles serán las consecuencias si realiza un comportamiento rojo.

El momento de las consecuencias

El momento de las consecuencias depende de la etapa de desarrollo de su hijo.

En el caso de los niños más pequeños, las consecuencias lógicas deberían ocurrir muy poco después del comportamiento negativo; de lo contrario, no podrán establecer un vínculo claro entre el comportamiento y la consecuencia. Sin embargo, siempre debes esperar hasta que tu hijo se haya calmado. Imponer una consecuencia justo en medio de un estallido de ira o una crisis podría agravar aún más la situación.

Con niños mayores, la consecuencia se puede retrasar (por ejemplo, menos tiempo frente a la pantalla al día siguiente) siempre que se establezcan vínculos claros entre el comportamiento y la consecuencia. Nuevamente, espere siempre hasta que su hijo esté tranquilo antes de discutir las consecuencias.

Estrategias de comportamiento: refuerzo positivo

El refuerzo positivo es vital para fomentar el comportamiento que desea ver en su hijo. Es muy importante prestarle atención a su hijo por las cosas que hace bien, no sólo por las que hace mal. ¡Aquí es donde entran los comportamientos ecológicos!

El refuerzo positivo puede ser retroalimentación positiva, recompensas o elogios cuando un niño muestra un comportamiento deseable.

Esta estrategia de comportamiento ayuda a los jóvenes a aprender qué comportamientos se esperan de ellos y refuerza sus esfuerzos por comportarse de manera positiva. Prestar atención positiva a los comportamientos apropiados ayuda a su hijo a desarrollar un sentido más fuerte de autoestima e identidad. En la vida familiar, el refuerzo positivo puede fortalecer las relaciones familiares, generar confianza y fomentar la cooperación.

A continuación se muestran tres ejemplos de refuerzo positivo para niños de diferentes edades:

  1. Para niños pequeños: cuando un niño pequeño guarda sus juguetes sin que se lo pidan, los padres pueden felicitarlo y chocar esos cinco para reforzar el comportamiento positivo. El niño aprenderá que limpiar lo que ensucia es un comportamiento deseable y se le animará a repetirlo en el futuro.
  2. Para niños en edad escolar: si un niño ayuda a su hermano menor con la tarea, los padres pueden ofrecerle tiempo adicional frente a la pantalla o simplemente un elogio y un abrazo adicional como recompensa por su comportamiento útil.
  3. Para adolescentes: si un adolescente constantemente completa sus tareas a tiempo y sin recordatorios, los padres pueden ofrecer un aumento de la asignación o la oportunidad de una salida familiar divertida. Esto animará al adolescente a seguir siendo responsable e independiente.

En todos los casos, el refuerzo positivo debe ser específico, oportuno y sincero. Al utilizar el refuerzo positivo, los padres pueden fomentar un ambiente familiar positivo que anime a los niños a tomar buenas decisiones y a sentirse seguros de sus habilidades.

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