Jean Valjean fue un héroe seductor de Los Miserables por muchas razones, una de las cuales fue su drástica conversión de un criminal miserable a un hombre heroico y pacífico. Jean Valjean parece al principio un personaje tridimensional. Pero en el fondo de sus emociones, muestra un punto de vista definido sobre la vida, lo que lo convierte en un personaje plano.
Una de las cosas más compasivas que hizo fue proteger a Cossette y tratarla como si fuera su propia hija. Él es el personaje principal; por lo tanto, esencialmente no habría complot sin él. Sus diversos viajes abarcan una duración de veinte años. Es un hombre extremadamente fuerte. A veces su fuerza era una carga que se le imponía. Su carisma y cualidades sobrehumanas hacen de su personaje un producto del romanticismo.
Valjean nació como un ser humano decente. Desafortunadamente, nació en la pobreza, lo que lo obligó a robar para sobrevivir. Después de que lo pillaran robando una barra de pan, fue encarcelado. Unos años más tarde, tras escapar, lo capturan y luego lo envían a galeras durante 19 años.
Posteriormente se escapa de allí para ir a un pueblo donde no era buscado. Aún siendo un criminal, roba algunos cubiertos de un amable sacerdote que le dio refugio. Cuando lo atrapan, la policía le pregunta al sacerdote si Jean robó los cubiertos. Para sorpresa de todos el sacerdote dijo que fue un regalo con el que inició su conversión hacia una buena vida.
Después de esto, intentó vivir una vida pacífica. Inició una nueva fábrica en una nueva ciudad empleando a varios. Luego, en una ciudad cercana, arrestaron a un hombre llamado Jean Valjean. Jean se enfrentó a una decisión difícil. En lugar de dejar que el otro hombre se hiciera cargo de la envoltura, decidió admitir su identidad para salvar al hombre inocente.
Más tarde, rescató a Cossette de su dura vida con los Thenardier. Él actuó como su padre mientras ella crecía. A lo largo de estos años. Jean se enfrentó a obstáculos que le hicieron elegir entre el bien y el mal. Siempre eligió el camino correcto. A partir de esto Jean expresó que solo veía el bien y el mal, el blanco y el negro, lo que lo hacía bidimensional.
Su vida transcurrió de una manera, su personalidad demostró responder de una manera y su relevancia para la historia se estableció de una manera. Así era como en su mente se hacían las cosas con justicia. Su relevancia para toda la estructura de la historia, además de ser el personaje principal, fue crucial. Fue retratado como el héroe y el miserable.