¿Su hijo se siente abrumado por las preocupaciones y la ansiedad? Una caja de preocupaciones puede ser una poderosa herramienta de afrontamiento para ayudarlos a controlar los pensamientos ansiosos. Esta técnica simple pero eficaz surge de la Terapia Cognitivo Conductual (TCC), un enfoque basado en evidencia ampliamente reconocido para controlar la ansiedad tanto en niños como en adultos.
Una caja de preocupaciones le brinda a su hijo una forma tangible de abordar y contener sus sentimientos, lo que en última instancia lo hace sentir más liviano y con más control.
Una caja de preocupaciones es esencialmente un contenedor donde su hijo puede guardar sus preocupaciones de forma segura. Escriben o dibujan sus pensamientos ansiosos en una hoja de papel y los colocan en la caja. Este acto físico ayuda a su hijo a liberarse del estrés asociado con la preocupación. Les ayuda a centrarse en el momento presente.
Una caja de preocupaciones decorada a mano
En este artículo, lo guiaré a través del proceso de crear una caja de preocupaciones con su hijo y le compartiré cómo este mecanismo de afrontamiento puede reducir significativamente los niveles de ansiedad. A medida que explore esta poderosa herramienta, su hijo aprenderá que aprender a manejar sus preocupaciones de manera efectiva conduce a un mayor bienestar y un estado mental más saludable.
¿Qué es una caja de preocupaciones?
Una caja de preocupaciones es una herramienta terapéutica simple pero potente diseñada para ayudar a los niños a controlar sus sentimientos de ansiedad y agobio. Al crear un espacio físico para almacenar sus preocupaciones, su hijo puede dejarlas de lado simbólicamente, permitiéndole sentirse más ligero y con más control.
Cajas de preocupaciones como parte del “menú de afrontamiento” de su hijo
Para hacer una caja de preocupaciones, todo lo que necesita es un recipiente (puede ser una caja, un frasco o incluso una bolsa pequeña) que pueda decorarse o personalizarse como prefiera su hijo. Escriben o dibujan sus preocupaciones en hojas de papel y las colocan dentro de la caja de preocupaciones. Su hijo aprenderá a “externalizar” sus pensamientos y sentimientos de ansiedad. También ofrece una oportunidad para la resolución de problemas, la discusión, la validación y la exploración emocional.
Las cajas de preocupaciones pueden ser una adición importante al “menú de afrontamiento” de su hijo, ya que funcionan junto con otras técnicas, como ejercicios de respiración profunda o actividades calmantes. A medida que los niños desarrollan una variedad de estrategias de afrontamiento, se vuelven más resilientes y mejor equipados para manejar sus emociones. Me gusta trabajar con los niños para crear un recordatorio visual de cada una de sus estrategias de afrontamiento favoritas. Puede ver un ejemplo de un «póster de menú de afrontamiento» a continuación.
Es importante revisar y revisar periódicamente el contenido de Worry Box con su hijo. Esto puede ayudarles a apreciar cómo sus preocupaciones han cambiado con el tiempo y reconocer el progreso que han logrado en el manejo de sus ansiedades. Recuerde, el objetivo es darle a su hijo una sensación de control sobre sus preocupaciones.
Beneficios para los niños
Niños pequeños
Para los niños pequeños menores de 10 años, una caja de preocupaciones puede ser una brillante introducción para identificar y compartir sus preocupaciones. Pero es posible que necesiten más ayuda de la que cree. Identificar tus preocupaciones es una habilidad avanzada, especialmente si tienes múltiples preocupaciones dando vueltas en tu mente. Siéntese con su hijo y trate de ayudarlo a etiquetar y dar sentido a sus grandes sentimientos.
Si a su hijo le resulta difícil escribir, puede dibujar sus preocupaciones.
Niños mayores
Los niños mayores también se beneficiarán al usar una caja de preocupaciones para darle sentido a lo que tienen en mente, y esto ayudará a prevenir la rumiación. Hay algo en escribir o dibujar físicamente tus pensamientos que ayuda a procesarlos de una manera mucho más útil que si se quedaran en nuestras cabezas.
Tener un espacio designado para las preocupaciones de tu hijo le permite poner sus emociones y volver a discutirlas en un momento específico. La caja de preocupaciones actúa como un espacio seguro para las preocupaciones. Cuando la caja “contiene” tu preocupación, puedes dejar de preocuparte y concentrarte en otra cosa.
Dependiendo de la edad de su hijo y su relación con usted, es posible que no quiera hablar con usted sobre sus preocupaciones. Aunque recomiendo alentarlos a hacer esto (¡porque un problema compartido es un problema reducido a la mitad!), no es esencial. Si su hijo prefiere reflexionar solo sobre sus preocupaciones, aún así debe animarlo a elegir un momento específico cada día o semana para vaciar la caja y pensar detenidamente en sus preocupaciones.
Salud mental infantil
La caja de preocupaciones es sólo una estrategia de afrontamiento entre muchas herramientas posibles entre las que su hijo podría elegir. Pero los principios que representa son cruciales:
Principio 1:
Poner nombre a tus preocupaciones te ayuda a tener una sensación de control sobre ellas.
Principio 2:
Podrás aprender a gestionar tu mente de forma eficaz para minimizar el estrés y la ansiedad. No necesitas dejar que tus preocupaciones te controlen o definan.
La naturaleza simbólica de una caja de preocupaciones les enseña a los niños que sus pensamientos son solo pensamientos, lo que les permite comprender sus emociones y controlarlas.
El conocimiento es poder. Comprender nuestras preocupaciones significa que podemos decidir un curso de acción apropiado o simplemente compartirlo con otros y saber que no estamos solos. Este es uno de los principios clave de la terapia cognitivo-conductual.
Una mejor comprensión de nuestros pensamientos y sentimientos es parte de la inteligencia emocional. La inteligencia emocional y la salud mental positiva están estrechamente vinculadas. La inteligencia emocional es un factor protector frente a la depresión, la ansiedad y el estrés.
Cajas de preocupaciones como ayuda para dormir
En mi clínica, Everlief, un porcentaje muy alto de los niños y jóvenes con los que trabajo tienen dificultades para dormir. A menudo la causa principal es la preocupación.
La noche es un momento de tranquilidad en el que, después de un día ajetreado, estamos solos con nuestros pensamientos. Si no contamos con estrategias de manejo efectivas, las preocupaciones nocturnas pueden convertirse rápidamente en ansiedad. Si la respuesta de lucha o huida es provocada por pensamientos ansiosos, el cuerpo se pondrá alerta en lugar de adormecerse y el sueño no llegará.
Una de las primeras cosas que suelo implementar con estos niños es una caja de preocupaciones. Las preocupaciones se pueden poner en la caja de preocupaciones en cualquier momento, pero es importante que antes de acostarse, su hijo reflexione sobre cualquier cosa que pueda estar molestándole y coloque esos pensamientos en la caja de preocupaciones. La preocupación se deja de lado hasta el día siguiente.
Cuando llegue el momento de sacar las preocupaciones de la caja y hablar sobre ellas o reflexionar sobre ellas, asegúrese de que no sea demasiado cerca de la hora de acostarse. El momento perfecto es al final de la tarde o temprano en la noche, por ejemplo, alrededor de las 6:00 p. m., cuando su hijo ha tenido la oportunidad de descansar y comer después de la escuela.
Creando una caja de preocupaciones
Materiales necesarios para su caja de preocupaciones
Para crear tu propia caja de preocupaciones, reúne los siguientes materiales:
- Una caja de zapatos con tapa, una caja de pañuelos u otra caja de cartón pequeña.
- Cuadritos o papel o cartulina o notas adhesivas para escribir las preocupaciones.
- Materiales para manualidades como pintura, rotuladores de colores, pegatinas o cinta decorativa.
- Materiales de arte como ojos saltones y limpiapipas si a su hijo le gustaría convertir la caja en un personaje.
- Pegamento o adhesivo fuerte.
Proceso paso a paso
- Seleccione el contenedor: Elija una caja de pañuelos o una pequeña caja de cartón como base para su caja de preocupaciones. Asegúrese de que sea lo suficientemente grande como para albergar las preocupaciones de su hijo, pero no tan grande como para ocupar demasiado espacio.
- Decora el exterior: Su hijo utilizará los materiales para manualidades para decorar el exterior de la caja como quiera. Pueden pintarlo, dibujar con rotuladores o incluso añadir cinta decorativa para darle un toque único y personalizado. Deje que su creatividad brille en este paso.
- Crea un monstruo de preocupación (opcional): Si desea que la caja de las preocupaciones sea más atractiva para su hijo, considere convertir la abertura de la caja de pañuelos en la “boca” de un monstruo de las preocupaciones. Usa tus materiales de arte para crear una cara de monstruo. Coloque ojos saltones, trozos triangulares de cartulina a modo de dientes o incluso una antena limpiapipas con un letrero que diga «¡ALIMENTAME PREOCUPACIONES!».
- Prepara el interior: Si estás usando una caja de cartón en lugar de una caja de pañuelos, corta una pequeña abertura o “boca” en un lado de la caja para que puedas meter tus preocupaciones dentro. También puedes añadir al interior un forro de papel, tela o cualquier otro material suave.
- Usando su caja de preocupaciones: La próxima vez que su hijo se sienta preocupado o ansioso, anímelo a que escriba la preocupación en una hoja de papel y la deslice en la abertura de la caja de preocupaciones. Puede llevar un par de semanas establecer esto como un hábito, por lo que la perseverancia es clave.
Ahora, su hijo tiene una caja de preocupaciones personalizada que puede ayudarlo a manejar sus preocupaciones y grandes sentimientos de manera más efectiva. Déle tiempo para que esta herramienta se «integre» como parte de su estilo de vida saludable y realmente comience a tener un impacto.
Recuerde utilizar la caja de preocupaciones como una herramienta para abordar las preocupaciones, en lugar de como un lugar de almacenamiento permanente para ellas. De vez en cuando revise y analice el contenido de la caja y, si una preocupación ya no es relevante para su hijo, retírela de la caja.
Establecer el tiempo de preocupación
Elija un momento específico
La incorporación del tiempo de preocupación en la rutina de su hijo comienza estableciendo un momento específico en el que ambos puedan concentrarse en sus preocupaciones. Asigne un período dedicado, por ejemplo, a las 6:00 p. m. durante 15 minutos, que les proporcione a ambos el espacio mental que necesitan para procesar los pensamientos y sentimientos. Configurar un cronómetro durante su tiempo de preocupación puede ayudarlos a ambos a mantenerse concentrados. El objetivo es el “toque ligero”. No querrás pasar horas pensando en una preocupación o resolviéndola.
Revisar las preocupaciones con su hijo
Para que el tiempo de preocupación sea una estrategia de afrontamiento eficaz, debe convertirlo en una rutina diaria para su hijo.
Saque cada preocupación de la caja, léala y dediquen un tiempo a reflexionar juntos sobre ella. Permita que su hijo sienta, analice y procese la preocupación. Trate de ayudarlos a “desapegarse” de la preocupación. Por ejemplo, ¿cómo podrían ayudar a un amigo con la misma inquietud?
Una vez que hayan abordado cada preocupación juntos, decidan si guardarán la preocupación para una reflexión futura o la descartarán. ¿Podrán dejarlo ir? Si es así, genial. Si no, no hay problema, ¡volverás a consultarlo la próxima vez!
Durante el proceso de revisión, podría ayudarlos a evaluar la gravedad de cada preocupación utilizando una escala del 1 al 10. Uno es el menos preocupado y 10 es el más preocupado.
Como padre, también es necesario saber escuchar. Escuche atentamente las preocupaciones de su hijo y no las descarte ni las menosprecie (por ejemplo, “no seas tonto”).
- Elija un momento constante para revisar las preocupaciones
- Ayúdelos a evaluar la gravedad utilizando una escala del 1 al 10.
- Concéntrese en escuchar y validar sus sentimientos. Si la preocupación tiene solución, pueden resolver el problema juntos.
Las sesiones periódicas de revisión del cuadro de preocupaciones le enseñarán gradualmente a su hijo a gestionar los pensamientos inútiles de forma mucho más eficaz. Tenga en cuenta que las preocupaciones de cada persona son diferentes y es esencial ofrecer apoyo y comprensión mientras trabaja en el proceso. Recuerde, el objetivo no es eliminar todas las preocupaciones, sino aprender a afrontarlas, disminuir su impacto y fomentar una mentalidad más saludable al enfrentar los desafíos.
Resolución de problemas con la caja de preocupaciones
No todas las preocupaciones tienen solución. No todas las preocupaciones tienen soluciones prácticas rápidas. Algunos simplemente requieren empatía y validación. Por ejemplo, “Sé lo preocupada que estás por esto y lo siento”. A veces, sin embargo, usted puede ayudar a su hijo a resolver problemas.
Practique estos pasos para resolver problemas con su hijo:
- Identifica el problema.
- Idea genial…