A lo largo de la novela, se hizo cada vez más evidente la dificultad de Edna en el terreno del amor verdadero. Inicialmente descubrió lo que sabía que no era, seguido por el enamoramiento y finalmente lo que estaba segura que era. Estuvieron presentes varias formas diferentes de amor, pero todas (incluida la final) resultaron infructuosas. Edna nunca se sintió cómoda en su relación con Leonce.
Había logrado asumir el papel típico de una mujer y nunca desviarse de las responsabilidades que eso conlleva. Ella siempre había hecho lo que se esperaba de ella de su marido. Sin embargo, esto no se debió únicamente a las necesidades de su marido. Ella siempre había cumplido con hacer exactamente lo que se esperaba que hiciera; Incluso encontrar un marido es alguien de quien no estaba enamorada.
Encontró más propiedad en ella, en lugar de la igualdad que ella anhelaba. Ella nunca fue satisfactoria en la relación que tenía con él. El amor que ella tenía por él estaba simplemente presente en la superficie. Podría describirse mejor como una vida que estaba limitada a vivir en lugar de la vida que siempre había anhelado. Con los vientos de cambio llegó una persona que encontró contrastando con su vida actual.
Este hombre era Alcee Arobin. Su papel en su vida tampoco fue el amor verdadero. Simplemente introdujo el sabor del amor tangible en un cuerpo en busca.
Este amor tampoco era el que Edna anhelaba. El papel de Arobin era presentarle la importancia del sexo. Esto era algo extraño entre ella y su marido. Se sentía más como un individuo cuando disfrutaba del acto de hacer el amor, en lugar de actuar por el placer de otra persona.
Este asunto fue importante para que ella se convirtiera en un individuo. Todo el tiempo anterior a Robert fue de preparación para encontrarlo. La importancia de Arobin fue evidente con las acciones de Edna inmediatamente después de este asunto. Decidió cerrar su casa y mudarse a una más pequeña y menos deseable.
El hecho de que sea menos deseable es un factor clave. Esto hace imposible suponer que se mudaría para vivir una vida material mejor. Decidió que sacrificaría su buena vida y sus posesiones para adquirir plenamente el individualismo.
El verdadero amor de Edna se encontró en una persona que parecía tener mucho carácter. Este personaje es lo que hizo imposible que Edna alguna vez lo tuviera como suyo. Robert se negó a entablar una relación con alguien que ya estaba casado.
Su clase y poder personal no sólo fueron lo que la atrajo hacia él, sino también lo que finalmente la impulsó a quitarse la vida. El encuentro con Robert es de donde surgió el título del libro. El Despertar hace referencia a los sentimientos de Edna.
Se siente como alguien que despierta gradualmente de un sueño a la realidad de la vida. Es entonces cuando y donde se da cuenta de lo que está disponible y de que es incapaz de volver a lo que tenía antes. A veces la hierba es más verde del otro lado, lo que hace mucho más difícil regresar.