Demian de Hermann Hesse: resumen y análisis

La novela Demian de Hermann Hesse cuenta la historia de un joven llamado Emil Sinclair y su infancia antes de la Primera Guerra Mundial. Emil lucha por encontrar su nuevo conocimiento de sí mismo en el mundo inmoral y está atrapado entre el bien y el mal, que está representado. como los reinos de luz y oscuridad.

Hesse utiliza mucha dicción simbólica en su novela para dar una presentación más potente de Emil Sinclair y el conflicto entre el bien y el mal. El simbolismo da dirección, presagio y significado a cada aspecto de la novela.

La casa de Emil Sinclair cuando era niño es un símbolo muy importante en la novela. Mientras Emil asiste a la escuela, se le muestra un mundo de valores inmorales. La confusión sobre cuál es el bien o el mal crea la necesidad de un refugio seguro para Emil. Emil se refiere a su hogar como un reino de luz y afirma que él y su familia pertenecen a ese reino.

La casa en sí fue una vez un monasterio, lo que le otorga una representación más poderosa del reino de la luz. Este asilo simbólico representa la inocencia de Emil y lo aleja del mundo real. Otro refugio seguro al que Emil se retira es después de encontrarse como miembro de la marca de Caín.

El jardín de Eva simboliza el Jardín del Edén (un entorno religioso, por lo tanto del reino de la luz), y Emil se separa allí como alguien con la marca de Caín aparte del resto del mundo corrupto. Ambos escenarios simbolizan la importancia de Emil en el mundo así como su destino. El Jardín del Edén se presenta como otro lugar simbólico. El hecho en que Emil contó la historia del robo de las manzanas del jardín fue un punto muy simbólico de la novela en la que Emil rompe con su reino de luz.

El jardín del que Emil robó las manzanas representaba el Jardín del Edén, y las manzanas, o fruta prohibida, simbolizaban el primer pecado de Emil. Este evento presagia lo que vendrá después en el conflicto entre el bien y el mal. El primer paso de Emil fuera del reino de la luz da paso a eventos más simbólicos en los que se sumerge más en el reino de la oscuridad.

Al comienzo de la novela, Emil nota un escudo de armas encima de su casa que representa la religión de Caín. El escudo de armas contenía un pájaro gavilán. Hesse utiliza este enfoque simbólico para darle al gavilán un propósito en el resto de la historia como símbolo de la marca de Caín. Emil descubrió que el pájaro representa al dios Abraxas. A partir de este punto, Emil está decidido a encontrar el significado del pájaro y de Abraxas.

Después de que la lluvia arrasó un cuadro de Beatrice que Emil pintó, Emil pudo ver a Demian y a él mismo en el lienzo. Luego, Emil pintó un cuadro del gavilán en el mismo lienzo. Hesse utilizó este evento para simbolizar la conexión entre Emil, Demian y Abraxas. Después de unir a estos personajes como uno solo, Hesse pudo concluir la transformación de Emil al Nuevo Mundo. Emil vuelve a ver el pájaro sobre el pasillo de la casa de Frau Eva.

El pájaro en el pasillo de Eva simboliza su hogar como la casa de Caín. Ahora Emil se ha encontrado a sí mismo y sabe que pertenece allí. Emil vuelve a ver al pájaro afuera en forma de nubes en el cielo lluvioso. Esto muestra claramente que el resto del Viejo Mundo está listo para la transformación en el Nuevo Mundo.

En las últimas escenas de la novela, Emil está en los campos de batalla de la Primera Guerra Mundial. Una noche, Emil mira hacia el cielo y ve la imagen de una gran aldea de personas envueltas en una figura divina que se parece a Eva. Luego, la figura se agacha y da a luz a las personas que ahora son estrellas brillantes.

Éste es el acontecimiento simbólico más importante de la novela de Hesse. La figura divina simboliza a Eva, la líder del pueblo Caín. Las personas que fueron engullidas por la figura divina simbolizan a la gente del Viejo Mundo. La figura divina representa ahora a la Virgen María y da a luz al Nuevo Mundo, que son los pueblos transformados en estrellas.

Este evento concluye el paso del Viejo Mundo al Nuevo Mundo. Cada personaje ahora ha cumplido su destino. Hesse utiliza la última escena de su novela para ilustrar una presentación más clara de la transformación.

El hospital donde hablaron por última vez Demian y Emil simboliza el establo en el que nació el niño Jesús. Hesse crea el escenario del granero y el heno circundante para realzar su representación. La ironía de este escenario simbólico ayuda a concluir no sólo el destino del personaje, sino también el del Viejo Mundo.

Los elementos simbólicos llevan a Emil a encontrarse como un individuo con la marca de Caín. Herman Hesse utilizó muchos elementos y acontecimientos simbólicos a lo largo de su novela para presentar el nuevo conocimiento de sí mismo de Emil Sinclair. La utilización de la estrategia simbólica de Hesse muestra su complejidad como escritor y también en sus personajes. La combinación de cada uno de estos elementos simbólicos creó el carácter, el propósito y el destino de Emil Sinclair hacia su nuevo autoconocimiento.

Autor: William Anderson (Equipo editorial de )

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Tutor y escritor independiente. Profesor de Ciencias y Amante del Ensayo. Artículo revisado por última vez: 2022 | Institución St. Rosemary © 2010-2023 | Creative Commons 4.0