Mientras que algunos niños comprenden muy bien qué son los sentimientos y cómo se sienten en su cuerpo, otros tienen muy poca comprensión. No entre en pánico si su hijo no quiere o no puede hablar sobre sus sentimientos. Este artículo analiza lo que puede hacer.
También describo siete alternativas para hablar sobre sus sentimientos:
- Mapa de Sensaciones Corporales
- Calificando tus sentimientos
- Tarjetas de emociones
- emocional
- Dibujo Gratis
- Palabras de código o señales
- Lista de reproducción de música
Reconocer las emociones
Su hijo no podrá hablar sobre las emociones de manera saludable si no puede reconocerlas en primer lugar.
No es raro que incluso los adolescentes mayores no tengan claro cómo se siente realmente “feliz”, “triste” o “enojado”. Es posible que puedan reconocer una cara feliz, enojada o triste.
Pero, ¿cómo se sienten realmente estas emociones en el interior? ¿Y qué ha llevado a estos sentimientos? Es posible que los sentimientos simplemente no formen parte de su vocabulario.
Es posible que conozcas a personas que son muy inteligentes en el sentido tradicional de la palabra, pero que no son hábiles para comprender o expresar emociones. Incluso pueden ver la expresión de emociones como un signo de debilidad. En otras palabras, carecen de inteligencia emocional. ¿Pero importa? Vamos a ver.
¿Qué es la Inteligencia Emocional?
La inteligencia emocional es la capacidad de comprender y responder a las emociones y señales emocionales en nosotros mismos y en los demás.
Comprender nuestro propio estado emocional es parte de la inteligencia emocional. Si no sabemos cómo nos hace sentir algo, podemos cometer errores repetidos al hacer cosas que no nos hacen sentir bien o que son malas para nuestra salud mental.
Si sabemos que los sentimientos negativos nos hacen actuar de cierta manera que no nos gusta, podemos prestar atención a ese patrón y hacer algo al respecto la próxima vez que suceda. Por ejemplo, podemos cambiar conscientemente nuestro lenguaje corporal o dar una respuesta verbal diferente.
Por eso es importante tener una idea de nuestras propias emociones. El conocimiento es poder. Si sabemos que estamos ansiosos, podemos utilizar estrategias para gestionarlo de la mejor manera. Si no lo hacemos, no podemos.
Otro elemento de la inteligencia emocional es saber qué hacer con la emoción. ¿Cuál es la mejor respuesta en estas circunstancias? ¿Qué obtendrá el resultado deseado? En lugar de agresión verbal, rabietas, retraimiento o enfurruñamiento, podría ser:
- Deshacerse de la emoción, por ejemplo, realizando algún tipo de acción.
- Sentarse con la emoción y esperar a que pase.
- Expresar la emoción de forma creativa para ayudar a procesarla y comprenderla. Por ejemplo, crear una obra de arte.
- Compartir la emoción con los demás para ayudarles a comprender nuestro punto de vista. (Un problema compartido es un problema dividido.)
¿Hablar de tus sentimientos es bueno para ti?
En resumen, sí. Hablar de tus sentimientos es bueno para ti. Cuando tenemos emociones negativas o complejas, hablar es una buena manera de desentrañar la complejidad.
Ponerlo en palabras nos permite poner etiquetas a diferentes sentimientos. Esto nos da una imagen más clara de lo que está pasando por nuestras cabezas.
Hablar de sentimientos nos permite adquirir un sentido de competencia emocional.
Definir nuestros sentimientos con palabras los hace más concretos.
Entonces podremos elegir cómo abordarlos de manera racional y constructiva, mientras que antes nos parecían abrumadores o imposibles de comprender.
Familias que no hablan de sus sentimientos
Muchos de nosotros (incluyéndome a mí) venimos de familias que no hablaban con frecuencia de sus sentimientos. Quizás a nosotros, los padres, no se nos permitía expresar emociones cuando éramos niños.
Está bien no ser “efusivo” y hablar siempre de sentimientos. Es decir, siempre y cuando exista una sensación general de calidez y cariño, y no estemos reprimiendo sentimientos deliberadamente. Nunca debemos descartar las emociones.
El principio primordial debería ser: «No necesitamos expresar nuestros sentimientos todo el tiempo, pero la puerta está abierta cuando quieras y te escucharé sin juzgarte».
¿Existen alternativas si su hijo no puede o no quiere hablar de sus sentimientos?
Sí, existen alternativas si su hijo tiene dificultades para expresar emociones con palabras. Lo más importante es que tu hijo tenga alguna salida para sus emociones, ya sean verbales o no.
Como verá, algunas de las estrategias siguientes implican alternativas a la expresión emocional verbal. Expresar diferentes emociones a través del dibujo o la música puede ser tan poderoso como hablar. Estas estrategias pueden ser mucho más fáciles para los niños pequeños que aún no tienen palabras para expresar sus emociones.
Otras estrategias siguientes implican hablar, pero no “hablar libremente”. Puede que a su hijo le resulte imposible decirle cómo se siente sin que se lo indique. Es posible que aún no tengan las habilidades. Pero pueden ser un buen comienzo dibujando sus sensaciones corporales en un mapa corporal o empezando a calificar ciertos sentimientos utilizando animales en un gráfico.
No es saludable que un niño no comprenda en absoluto sus emociones. Al mismo tiempo, no es algo en lo que los niños deban ser buenos automáticamente. Es un proceso y usted puede ayudarlos a desarrollar sus habilidades.
Respete la privacidad de su hijo si no quiere decirle lo que siente. Puede haber una buena razón por la que no estén preparados para este paso. Pero recuerde también que es posible que no puedan decirle cómo se sienten porque no lo saben. El primer paso es empezar desde donde están.
Vaya al ritmo de su hijo. Si su hijo no puede identificar sus propias emociones complejas, como «aburrimiento», «frustrado» o «abrumado», tal vez pueda dibujar en qué parte de su cuerpo lo siente cuando se siente «mal».
Estrategias prácticas si su hijo se niega a hablar cuando está molesto
1. Mapa de sensaciones corporales
A los niños y jóvenes puede resultarles menos estigmatizante (o simplemente más fácil) describir las sensaciones físicas de su cuerpo. Las sensaciones corporales tienden a corresponder a emociones particulares, pero es ligeramente diferente para cada persona. Un niño ansioso con ansiedad puede sentir sensaciones fuertes en el estómago, mientras que otro puede notar músculos tensos en las extremidades. Esta es una excelente manera de enseñarle a su hijo la conexión entre los sentimientos y las sensaciones corporales.
Cómo hacerlo: Dibuja el contorno de un cuerpo y coloca una marca o color donde se sienta tirante, caliente, frío o cualquier otra sensación.
2. Calificar los sentimientos de su hijo
Haga un gráfico visual que ilustre los diferentes niveles de la emoción o reacción emocional sobre la que desea generar conciencia compartida.
¿Cuáles son los signos/síntomas en cada nivel? La emoción podría ser estrés, ansiedad, preocupación o cualquier otro sentimiento difícil.
Por ejemplo:
Estrés = mi mente comienza a acelerarse, mis músculos se tensan, no puedo concentrarme.
Luego, pídale a su hijo que elija un tema para su escala, como animales. Aquí hay un ejemplo:
- Muy tranquilo (músculos blandos, ritmo cardíaco lento) = Elefante.
- “Un poco nervioso” (músculos tensos) = Cebra.
- Muy ansioso (mente acelerada, me congelo) = Gacela.
¡Igualmente, puedes crear una escala usando emojis, colores o personajes de Harry Potter!
Fomente los controles periódicos para que su hijo pueda aprender a detectar qué animal (o emoji, color, etc.) le apetece. mantenlo discreto. Puede ser tan sencillo como una charla rápida durante la cena o mientras se conduce el coche.
Hoy me siento un poco “gacela”.
O
Ayer fue día de cebra y hoy soy más elefante.
Una vez que su hijo haya dominado la habilidad de identificar su animal, ayúdelo a pensar en la forma más adecuada de gestionar la emoción en cada nivel. Por ejemplo, en la etapa Cebra, ¿qué puedo hacer para controlar mis sensaciones de nerviosismo? Quizás pueda saltar en el trampolín o columpiarme en el columpio de mi jardín. Esto elimina el nerviosismo.
Si su hijo parece estar muy lejos de la calma, puede resultar menos abrumador para usted darse cuenta de que todo lo que necesita hacer es dar un paso a la vez. En otras palabras, ¡ayude a su hijo a pasar de gacela a cebra, en lugar de pasar de gacela directamente a elefante!
3. Tarjetas de emociones
Lo mejor de las tarjetas de emociones es que son divertidas. Puedes comprar muchos tipos diferentes online, como este divertido juego de cartas. Úselos para jugar y hacer que el aprendizaje sobre las emociones sea alegre. ¡Incluso podrían crear juntos su propio juego de cartas!
Con las tarjetas de emociones el niño no necesita tener la capacidad de expresar sus sentimientos libremente. Pero pueden aprender a identificarlos y comprenderlos con señales visuales, lo cual es un excelente primer paso. Con el tiempo, esto puede llevar a una conversación mucho más profunda sobre las emociones y quién lidiar con ellas.
Es muy útil para los niños aprender a identificar los buenos sentimientos y los difíciles. Cuando sabes qué te hace sentir bien, puedes hacer más de eso.
4. Emocional
Emotional es un libro que utilizamos todo el tiempo en mi clínica, Everlief, con niños de todas las edades.
Describe muchas emociones complejas utilizando palabras e imágenes. Es brillante usarlo como base para la discusión.
Su hijo también podría usarlo solo para comprender sentimientos complejos. Sugiero que este libro sea para preadolescentes y adolescentes.
Para los niños más pequeños, el libro Color Me Happy está bellamente escrito y es informativo.
5. Dibujo gratis: si tu hijo está triste pero no sabe por qué
Anime a su hijo a dibujar exactamente lo que siente en su mente. Por ejemplo:
- Se siente como una prisión y estoy dentro.
- Mi mente se siente como un pantano pegajoso.
- Mi cerebro es como un gran espacio abierto y estoy perdido.
Esto puede entonces formar la base para una discusión abierta (o no, si no quieren). Este tipo de oportunidad de expresión es algo bueno incluso si las emociones expresadas son negativas. Crean una comprensión compartida de lo que está pasando su hijo, ya sean cosas buenas o malas.
6. Palabras clave o señales
Las palabras clave o señales acordadas de antemano ayudarán a los niños a expresar emociones fuertes cuando sea demasiado difícil usar palabras.
Estas palabras clave pueden ayudarle a enseñarle a su hijo habilidades vitales.
Aquí hay unos ejemplos:
- Código Púrpura significa “Hoy estoy muy nervioso, por favor dame espacio”.
- El código azul significa «Necesito ayuda».
Si su hijo le da un código azul, puede guiarlo a través de una secuencia acordada de acciones, incluido sentarse con él para respirar lenta y profundamente, seguido de un abrazo reconfortante.
7. Lista de reproducción de música
Sugiera a su hijo que cree una lista de reproducción de música que refleje cómo se siente su mente. Sus elecciones musicales, si las comparte contigo, pueden generar conversaciones más profundas o simplemente pueden usarlas como ayuda para procesar sus propios sentimientos.
¿Por qué es importante que los niños expresen sus emociones?
Si los niños pueden identificar y describir sus propias emociones, es más probable que puedan detectar las mismas emociones en los demás. Pueden expresar empatía por cómo se siente otra persona. Esto es crucial para crear una conexión significativa con los demás.
Las relaciones sanas no son posibles si las emociones no se comprenden y se guardan bien en el interior. Los niños con poca capacidad de expresión emocional tienen más probabilidades de tener problemas de amistad. Es más probable que tengan problemas de relación en el futuro.
Los niños que no pueden comprender y manejar sus emociones de manera constructiva también tienen más probabilidades de tener problemas de salud mental. En particular, es más probable que repriman sus sentimientos hasta que se sientan insoportables. Esto puede contribuir a la autolesión o al suicidio…