Desarrollar la resiliencia en los niños requiere reflexión y dedicación. En este artículo analizo qué es la resiliencia, cómo desarrollarla y sugiero 5 actividades creativas de resiliencia para niños.
Es normal que incluso los niños relativamente resilientes tengan dificultades en ciertos momentos. Esto no significa que haya algún problema con su hijo o con su crianza.
Pueden ser las demandas y expectativas del mundo que rodea al niño las que están provocando que tenga dificultades para lograr su resiliencia.
Esto puede afectar su bienestar y autoestima.
La resiliencia es una de las áreas más importantes en las que puede apoyar a su hijo.
Necesitan desarrollar habilidades para gestionar los reveses a lo largo de sus vidas.
Entonces, ¿por qué no divertirse e incorporar algunas actividades de resiliencia en su vida diaria?
¿Qué hay en este artículo?
¿Qué es la resiliencia?
La resiliencia es una habilidad fundamental que permite a los niños adaptarse y afrontar los desafíos y el estrés, así como probar nuevas experiencias. Implica tener una mentalidad positiva, una sensación de control sobre los desafíos de la vida y habilidades efectivas para afrontar los obstáculos. En esencia, es la capacidad de afrontar el estrés, los reveses y los traumas.
¿Tiene su hijo un alto nivel de resiliencia? Siga leyendo para conocer algunos consejos para desarrollar la resiliencia que serán invaluables a lo largo de sus vidas.
Primero, tomemos un momento para considerar por qué su hijo podría tener dificultades con la resiliencia.
¿Por qué algunos niños luchan con la resiliencia?
- Habilidades limitadas para resolver problemas.
- Expectativas poco realistas (de quienes los rodean o de sus propias expectativas internas).
- Alta sensibilidad.
- Trauma o cambio de vida.
- Falta de control que conduce a la impotencia aprendida.
- Diferencias (como neurodivergencia/dificultades específicas de aprendizaje) que hacen que un niño tenga que trabajar más porque su entorno no se adapta a sus necesidades.
1. Habilidades limitadas para resolver problemas
Los niños que no han aprendido habilidades efectivas para resolver problemas pueden tener dificultades para afrontar desafíos y reveses.
Sin la capacidad de dividir los problemas en partes manejables y encontrar soluciones, los niños pueden sentirse abrumados e impotentes ante la adversidad.
Necesitan que los adultos les modelen esto una y otra vez antes de que puedan dominarlo.
2. Expectativas poco realistas
A los niños de quienes se espera que sobresalgan en todas las áreas de sus vidas o que son perfeccionistas les puede resultar más difícil ser resilientes.
La presión implacable para desempeñarse siempre a un alto nivel puede generar ansiedad, miedo al fracaso y una sensación de insuficiencia.
Si bien es fantástico tener estándares altos, también es importante comprender que “suficientemente bueno” es más saludable para el bienestar de su hijo.
3. Alta sensibilidad
Los niños muy sensibles pueden tener dificultades con la resiliencia porque son más propensos a experimentar emociones intensas, que pueden ser abrumadoras y difíciles de regular.
Los niños altamente sensibles tienen un umbral más bajo para estímulos, como el ruido, la luz y las interacciones sociales. Pueden sobreestimularse, lo que genera estrés y ansiedad. Esto puede hacer que les resulte más difícil afrontar los desafíos y contratiempos, que pueden parecer factores estresantes más importantes.
4. Trauma o cambio de vida
Los niños que han experimentado un trauma o un cambio importante en su vida (como acoso, enfermedad o duelo) pueden tener dificultades para desarrollar su resiliencia.
Las experiencias anteriores dan forma a nuestras respuestas futuras. Estos eventos pueden tener un impacto duradero en la sensación de seguridad y protección del niño, haciéndole más difícil afrontar el estrés y la adversidad.
Por otro lado, afrontar con éxito estas cosas puede hacer que el niño se sienta más resiliente, sabiendo que hacer tener lo necesario para recuperarse de los reveses de la vida.
5. Falta de control
A los niños que sienten que tienen poco control sobre sus vidas les puede resultar difícil desarrollar resiliencia. Pueden desarrollar una sensación de impotencia aprendida.
Esto puede incluir a niños que tienen dificultades o son infelices en la escuela.
6. Diferencias
Los niños con diferencias en el desarrollo neurológico (como autismo o TDAH) o dificultades específicas de aprendizaje pueden enfrentar desafíos únicos en el desarrollo de la resiliencia.
A menudo se espera que un niño se adapte a su entorno (como la escuela) en lugar de que el entorno se adapte a sus necesidades.
Cuanto menos satisfaga un entorno sus necesidades, más duro tendrá que trabajar para mantener la cabeza a flote.
Cinco actividades de resiliencia para niños
Estas actividades han sido seleccionadas cuidadosamente porque desarrollan una amplia gama de habilidades de resiliencia.
Cada una de las actividades de resiliencia a continuación es adecuada para niños de todas las edades, incluidos los adolescentes.
Elija uno o dos para incorporarlos a su rutina diaria y construir una base sólida de resiliencia emocional.
1. Actividad de resiliencia del diario de gratitud
Anime a su hijo a comenzar un diario de gratitud, donde pueda escribir las cosas por las que está agradecido cada día.
Esta actividad de desarrollo de resiliencia es una de las más fáciles de mi lista: a menudo solo toma 2 minutos. Pero convertirlo en un hábito habitual es la clave para desarrollar la resiliencia a largo plazo.
¿Por qué gratitud?
Centrarse en experiencias y sentimientos positivos puede ayudar a desarrollar la resiliencia y promover una mentalidad positiva.
Cuando practicamos la gratitud, nos enfocamos en los aspectos positivos de nuestras vidas, lo que puede ayudar a cambiar nuestra perspectiva y construir una perspectiva más positiva.
La gratitud puede ayudarnos a encontrar significado y propósito en situaciones difíciles, e incluso puede ayudarnos a replantear las experiencias negativas en positivas.
Los diarios de gratitud también pueden ayudar a los niños a reflexionar sobre situaciones difíciles desde una nueva perspectiva. ¿Qué cosas positivas pueden sacar de los acontecimientos negativos?
Por ejemplo: “Aunque la mayoría de la gente se rió de mí cuando me caí en el escenario, Jess no se rió y después vino a ver si estaba bien. Estoy agradecido de tener un verdadero amigo”.
2. Caminatas de gratitud: la actividad de resiliencia perfecta para niños de cualquier edad
Lleve a su hijo a una caminata de gratitud, donde podrá concentrarse en las cosas por las que está agradecido en la naturaleza, como los árboles, el cielo o los animales.
Estas caminatas pueden promover emociones positivas, atención plena y resiliencia.
Necesitas modelar cómo hacerlo. Esta es una actividad de resiliencia que ayudará tú, ¡también! Empiece por notar algunos pequeños detalles y señalarlos.
Esos pequeños y hermosos pétalos de esa flor.
La forma en que la abeja bebe el néctar de la flor.
El caracol haciendo su vida cotidiana.
Luego dediqué un tiempo a observar el panorama general. Escanea tu horizonte, ¿qué ves por lo que te sientes agradecido en este momento?
La forma en que la luz del atardecer se refleja en los edificios cercanos.
Las dramáticas formas de las nubes.
El hermoso cielo azul a lo lejos.
La naturaleza no sólo puede ayudarnos a sentir gratitud por lo que tenemos. También puede darnos una sensación de asombro ante las pequeñas o enormes creaciones de la naturaleza y el hombre. Los estudios han demostrado que tenemos una salud mental más positiva cuando sentimos asombro con regularidad. por ejemplo, ayuda a poner nuestras preocupaciones en perspectiva.
Caminar también puede darnos una sensación de control y empoderamiento.
Cuando realizamos actividad física, podemos sentir que tenemos más control de nuestro cuerpo y de nuestra vida.
La sensación de control es un elemento importante de la resiliencia.
Finalmente, una caminata puede brindar una sensación de realización y logro, lo que puede ayudar a aumentar la autoestima y la confianza en que podemos hacer cualquier cosa que nos propongamos.
3. La arteterapia como actividad de resiliencia
Ya sea que su hijo haya disfrutado o no del arte en el pasado, puede alentarlo a utilizar el arte como una forma de autoexpresión y afrontamiento.
A través del arte, los niños pueden expresar el dolor emocional y las experiencias difíciles de forma segura. Esto puede ayudarlos a procesar y comprender sus emociones y brindarles una sensación de alivio y liberación.
Es vital para la resiliencia que los niños tengan una serie de estrategias para reducir el estrés y controlar las emociones, y el arte es solo una gran opción. El acto de crear arte también puede resultar increíblemente relajante.
Sin embargo, fomente el mensaje de que no se trata de ser bien en el arte.
Realmente no importa.
Y si a su hijo le cuesta traducir lo que tiene en la cabeza en algo en papel, ¿por qué no probar el arte digital o incluso el arte con inteligencia artificial? Por ejemplo, plataformas como Midjourney pueden crear imágenes increíbles a partir de indicaciones de texto.
Un ejemplo del interior de la mente de un niño, creado por IA
El arte también puede mejorar la autoconciencia y la autoestima, el sentido de logro y el orgullo. Al crear arte, los niños pueden explorar sus intereses, valores y fortalezas y desarrollar un mayor sentido de autoconciencia. Los valores claros son importantes para una salud mental positiva.
4. Modelos a seguir: dos ideas de actividades para desarrollar la resiliencia
Presente a su hijo modelos a seguir que demuestren resiliencia. Podrían ser atletas famosos, empresarios, figuras históricas o alguien de su familia o comunidad.
Conocer las historias de resiliencia de otras personas puede inspirar a los niños y ayudarlos a desarrollar un sentido de perseverancia. Puede ayudarlos a identificar sus propios valores, lo que respalda una salud mental positiva.
¿Has escuchado el dicho “eres el promedio de las cinco personas con las que pasas más tiempo”? Me encanta esto y creo que las relaciones de apoyo están fuertemente conectadas con la resiliencia.
Es importante que su hijo aprenda que la resiliencia no siempre significa arreglárselas solo.
La resiliencia puede significar formar equipo con otras personas para enfrentar juntos un desafío o simplemente permitir que otros te ayuden.
Anime a su hijo a pasar tiempo con las personas que lo fortalecen y lo inspiran, ya sean amigos y familiares de la vida real o siguiendo sus modelos a seguir.
Dos actividades de desarrollo de resiliencia utilizando modelos a seguir
- “Muro modelo a seguir”: Junto con su hijo, investigue y aprenda sobre modelos a seguir que hayan demostrado resiliencia en diferentes campos como el deporte, la ciencia, el arte o el liderazgo comunitario. Cree una “pared modelo a seguir” visual en la habitación de su hijo o en un espacio compartido con imágenes, citas y logros clave de estas personas. Discuta periódicamente qué hace que estas personas sean resilientes y cómo su hijo puede aplicar principios similares en su vida diaria.
- Desarrollar un “¿Qué haría?” Mantra: Ayude a su hijo a identificar un modelo a seguir conocido por su resiliencia y cree un mantra o eslogan inspirado en ese individuo. Por ejemplo, «¿Qué haría?» Siempre que su hijo enfrente un desafío, recuérdele este mantra, animándolo a pensar y actuar como lo haría su modelo a seguir resiliente. Esta sencilla estrategia puede convertirse en una poderosa herramienta mental, ayudándoles a canalizar la confianza y la determinación que admiran en su modelo a seguir.
5. Servicio comunitario para desarrollar la resiliencia de su hijo
Como familia, podrían participar en un proyecto de servicio comunitario, como ser voluntario en un banco de alimentos local o en un refugio de animales.
Servir a los demás desarrolla empatía, compasión y un sentido de propósito. Cada una de estas cualidades aumentará la resiliencia de su hijo en el futuro.
Cuando un niño tiene un propósito claro, le da un sentido de dirección y motivación. Saben lo que quieren lograr y por qué es importante para ellos. Esto puede ayudarlos a mantenerse concentrados y comprometidos, incluso ante reveses o desafíos.
El voluntariado es una actividad de resiliencia porque…